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La Enfermedad de la Rebeldía
«¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no. Pero negar no es renunciar: es también un hombre que dice sí desde su primer movimiento. (...) El rebelde (es decir, el que se vuelve o revuelve contra algo) da media vuelta. Marchaba bajo el látigo del amo y he aquí que hace frente. Opone lo que es preferible a lo que no lo es.»
Albert Camus - El hombre rebelde.
La Enfermedad de la Rebeldía
Algunos laboratorios farmacéuticos llevan años haciendo pasar por enfermos a los que hay que medicar a niños y adolescentes con problemas de movilidad o comportamientos no sumisos. Pues bien, ahora se han inventado que los que son demasiado “rebeldes” es porque están “enfermos”. Se trata de otro de esos infames pero lucrativos negocios de venta de fármacos que además sirve como estrategia de control social en tiempos de crisis. Es más, un trabajo reciente califica también de “rebeldes” a los médicos “profundamente insatisfechos” con la industria farmacéutica. Y no es todo: si alguien se rebela y decide no cumplir el tratamiento farmacológico que le sugiera su médico se le calificará de “enfermo” que padece incumplimiento terapéutico.
Algunos laboratorios farmacéuticos han comenzado a inventarse enfermedades para fármacos que ya tienen pensados presentar como idóneos para ellas y a intentar incrementar el número de enfermos en patologías para las que ya comercializan fármacos “mejorando” los métodos de diagnóstico (es decir, para buscar “enfermos que lo están aunque ellos no lo sepan” y así convencerles de que ingieran sus productos).
El disease mongering, es una expresión inglesa que la popular Wikipedia define en Internet como “promoción de enfermedades” diciendo textualmente: “Se refiere al esfuerzo que realizarían las compañías farmacéuticas por llamar la atención sobre condiciones o enfermedades frecuentemente inofensivas con objeto de incrementar la venta de medicamentos mediante campañas publicitarias, visitadores médicos, estudios que intentan medicalizar cualquier dolencia, etc.”
La farmacéutica Janssen-Cilag dice que la enfermedad de la rebeldía “consiste en un patrón de conductas negativistas, hostiles y desafiantes presentes de forma persistente durante al menos 6 meses. Dichas conductas incluyen discusiones con adultos, rabietas y enfados, negativa a cumplir las normas establecidas o las órdenes de los adultos, mentiras, culpar a otros de malas conductas propias y resentimiento”.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales considera que un rendimiento académico sustancialmente por debajo de lo esperado puede deberse a alguna “patología”. Y se han inventado enfermedades inexistentes como el Trastorno de la lectura, el Trastorno del cálculo, el Trastorno de la expresión escrita o el Trastorno del aprendizaje no especificado.
Cualquier problema de movilidad física ha pasado a ser considerado por los psiquiatras una “patología” genéricamente bautizada como Trastorno del desarrollo de la coordinación. Y así, cuando el niño o adolescente tiene problemas en el habla o el lenguaje dicen que sufre un Trastorno del lenguaje expresivo o un Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo, si tartamudea un Trastorno fonológico y cuando no está claro un Trastorno de la comunicación no especificado.
Los psiquiatras han decidido que todo niño con problemas de comportamiento, difícil integración, problemas de convivencia, abandono emocional, escasa educación o cualquier otra causa corriente de desintegración es un enfermo al que hay que tratar –léase drogar- con medicinas para tenerlo controlado.
Psiquiatría - Dictadura de valores dominantes
Las Principales Causas de la Rebeldía
La rebeldía de los más jóvenes, sobre todo durante la adolescencia, es algo muy común cuando se trata de llamar la atención por determinados temas en el hogar, y es allí cuando surgen los problemas, puesto que los padres no saben cómo reaccionar bajo esta situación y comienzan los problemas familiares. Sin embargo, si no se toman las medidas necesarias pueden aparecer factores negativos como por ejemplo:
1. Agresividad. Si no se controla a temprana edad esto puede convertirse en una complicación realmente grave, que no podría tener solución, por esa razón es mejor mantener una alta dosis de auto control para evitar este tipo de problemas.
2. La depresión. Este es una de las complicaciones más graves ya que aparecen los deseos de quitarse la vida, y si los padres no le prestan la debida atención puede tener consecuencias fatales
3. Las malas amistades. Al no tener la comprensión en el hogar es donde se toman las malas decisiones y se comienza a relacionar con amistades que pueden influir de una manera u otra influyendo de una forma tanto positiva como negativa.
4. El factor más riesgoso el consumo de drogas y es aquí donde los padres deben estar mucho más atentos porque cuando sucede esto es cuando ya se ha tocado fondo y es el resultado en una larga trayectoria de complejos, y falta de afecto que ha influido hasta este punto.